El odio a la poesía (Roque Dalton) retroalimentación MATAMOS POETAS A DOMICILIO

LUIS GARCÍA GIL

dimecres, 15 de juny del 2022

anuncis per paraules

Circula por Internet una imagen en la que se dice «Matamos poetas a domicilio» con la indicación de un número de teléfono del sicario de turno para hacer efectiva la operación. La he visto compartida por amigos y conocidos, incluso por poetas. A todos ellos la ocurrencia les hace gracia, pero cabe decir que esa broma fue cierta y atañe al gran poeta salvadoreño Roque Dalton, que fue asesinado por una facción dentro de su facción. Y es que las ideologías —todas ellas— generan monstruos muy particulares. Por tanto, ese cartel y aviso es memoria histórica a modo de ironía de un luctuoso hecho. A Dalton lo asesinó un sicario. Fue acribillado a balazos como García Lorca. Y como Lorca, no hay una tumba que pueda acoger sus restos, aunque fuera simbólicamente.

ESCRIT PER MATILDE URBACH

ETIQUETAS: ANUNCIS PER PARAULESPOESÍAERESTÚROQUE DALTON

Matamos poetas 25.9.20

https://cinepoesiajazz.blogspot.com/2020/09/matamos-poetas.html

En su origen (son varios y he escogido uno conveniente) la poesía era un recado de la voz. El poeta era un sacerdote dentro de la tribu: se le atribuían cualidades mágicas, estaba en conversación con la divinidad o con las muchas divinidades y traducía al desavisado o al ignorante la música de las estrellas, el ritmo de las palabras, las historias con las que el hombre se reconcilia con el cosmos y consigo mismo. No es únicamente su elocuencia, el hecho de que haga aflorar un sentimiento secreto, una especie de convicción íntima de que podemos entender la manera en que las cosas se ensamblan y avanzan, aunque esa epifanía decaiga (no puede mantenerse, no es materia perdurable) y percibamos que volvemos a sentirnos huérfanos, desabastecidos de esa claridad que nos faculta para comprender el mundo. No hace falta comprenderlo, dirán algunos: basta con usarlo. La vida es a veces un objeto de consumo, una hamburguesa espectacular (comida rápida, veneno inmediato) que entra por los ojos y se zampa con hambre, como si no hubiese nada más que echarse a la boca una vez que le damos el último bocado. La poesía es un artefacto raro, a pesar de todo. Hay quien la confina al empalago, cosa relamida, dulce hasta el desmayo sináptico. Han debido tener una educación lírica pobre o se ha corrompido el gusto por la belleza por ingesta masiva de otras distracciones de fuste menos noble. Porque la poesía es noble, no hay nada suyo que no surta (bien aplicada) un efecto lenitivo del dolor o del fracaso. Ablanda el seso disperso y lo predispone al asombro metafórico, que es (como bien sabe el docto en estos preliminares) el ingrediente indispensable de cualquier desplazamiento cognitivo, sea pensamiento profundo o liviano o banal. De ahí a matar a los poetas hay un trecho caudaloso, pero hay quien no cree que sean sujetos imprescindibles en la construcción de una sociedad armoniosa. Cuando los poetas escasean (o trágicamente faltan) el mundo es menos musical o es menos festivo. Los pueblos sin poetas acaban mercantilizándose (hasta los que los tienen lo hacen) adheridos a esa facción del progreso que consiste en hacer con todo caja y medrar a destajo sin que pueda ser ni siquiera considerado el disfrute sencillo de lo que no espera nada, una brizna de felicidad tan solo, un arrimo de lujuria semántica o estética. De ahí a matar poetas hay un trecho, pero es aceptado que el exterminio de los bardos produce cierto efecto en el pueblo: el de extirpar la imaginación o la de confinarla a un lugar vigilado, estrictamente funcionarial, siempre disponible por la casta regente. También habría que prevenirse contra la poesía mala de rotundidad, la que se regodea en el ripio, la insulsa y hueca, la que se complace en no ahondar y quedarse en la superficie quemada de las palabras, la que no dice nada o lo poco que dice abochorna y hace desconfiar de que exista una poesía buena, menos premiada a veces, que va tímidamente por su camino, ganando secretos adeptos, como una cosecha privada de flores de verdad exquisita. En fin, esa es otra historia. Matar es un verbo serio. No entra que el humor lo reclute y haga chanza de lo que no debe. 

La fotografía que ilustra el texto es terrible, terrible y verdadera también.; hace pensar en Federico García Lorca, en Miguel Hernández, en Víctor Jara y en todos los poetas que también cayeron por el desquicio de quienes creyeron que su oficio (escribir) atentaba contra alguna de sus desquiciadas ideologías. Hay sicarios que matan amas de casa o funcionarios del departamento de Hacienda o poetas de verbena de barrio. Que se haga a domicilio certifica cierta idoneidad del ejecutor: no necesita urdir un plan trabajado, seguir al sentenciado, acorralarlo en un callejón y descerrajarle dos tiros o rebanarle el pescuezo. Se puede ir a casa, llamar a la puerta y proceder con la impunidad habitual, sin que nadie ponga más tarde el grito en el cielo. Algo habrá hecho, tendría alguna cuenta pendiente, dirán los vecinos, los desavisados.  A veces sucede que se encuentran motivos cuando no los hay. Los muertos despiertan esa narrativa impostada y cruel. Al poeta se le quita de en medio por hacer lo que nadie más hace: contar con los instrumentos de la belleza la ruindad de la realidad o por abrazar la libertad y expandirla como el que abre la ventana y deja que se vuelen todas las palabras que ha ido pensando antes de asomarse. La aberración no es insólita: ha venido sucediendo, no es descartable que volverá a pasar. Un poeta, si se le mata, muere continuamente. También un periodista. Es la palabra la que no se extingue: planea, se difunde, alcanza donde antes tal vez incluso no llegara. Aquí pienso en la idea de mártir, que ha preconizado la sostenibilidad de las religiones y levantado la épica de los discursos que esgrimen. Nuevos brazos y nueva piernas crezcan en la carne talada, escribió el poeta. Las palabras tienen esa virtud: no se arredran, conmueven a pesar del tiempo y de las fosas comunes, alcanza su cénit cuando se pronuncian o cuando se leen, en el momento en que el poeta habla de nuevo. A pesar de que lo mataran, sigue teniendo voz.

Publicación de Poeme-se Todo Dia


Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Facebook

Poeme-se Todo Dia

sedtnrpoSo1c 1024el98l23f1ii6di0abd20t4hf5 96ht10em6t  4g03r  · 

Sobre a imagem: matamos poetas 24/7 à domicilio.

«Merda!

Eu não era poeta, nem filho de poetisa

Não havia ninguém que derramara sangue nos livros da família

Naquele dia frio, eu não morreria

Ninguém me mataria

Ninguém havia encomendado a minha morte e isso me deixava mais sã e vazia

Saber que eu não era especial a ponto de ser alugada por um pouco de dinheiro que pagaria pela minha cabeça cheia de ideias que jamais seriam transcritas para o doloroso nascer do dia

A minha morte é saber que eu não morreria

Eu sou um tanto suicida, mas acho que isso é um dom: ter a coragem de morrer pela própria mão

Eu não nasci pra me matar sozinha, nem para ser morta

Nasci pra morrer de pouco em pouco, punhado em punhado, dose em dose, ressaca em ressaca, dia apos dia.»

.

[Thina Freitas]

.

.

Fanpage:

www.facebook.com/poemesetododia

Grupo no FB

www.facebook.com/groups/poemesetododia

INSTA…

Poeme-se Todo Dia

sedtnrpoSo1c 1024el98l23f1ii6di0abd20t4hf5 96ht10em6t  4g03r  · 

Sobre a imagem: matamos poetas 24/7 à domicilio.

«Merda!

Eu não era poeta, nem filho de poetisa

Não havia ninguém que derramara sangue nos livros da família

Naquele dia frio, eu não morreria

Ninguém me mataria

Ninguém havia encomendado a minha morte e isso me deixava mais sã e vazia

Saber que eu não era especial a ponto de ser alugada por um pouco de dinheiro que pagaria pela minha cabeça cheia de ideias que jamais seriam transcritas para o doloroso nascer do dia

A minha morte é saber que eu não morreria

Eu sou um tanto suicida, mas acho que isso é um dom: ter a coragem de morrer pela própria mão

Eu não nasci pra me matar sozinha, nem para ser morta

Nasci pra morrer de pouco em pouco, punhado em punhado, dose em dose, ressaca em ressaca, dia apos dia.»

.

[Thina Freitas]

.

.

Fanpage:

www.facebook.com/poemesetododia

Grupo no FB

www.facebook.com/groups/poemesetododia

INSTA…

https://www.instagram.com/poemesetododia

#poemesetododia#CarlosAlbertoBoby#L2#EOR#AndresaSilva#RafaelaOliveira#poeta#poetas#poetisa#poetasas#textospoéticos#amantedeletras#amantedepoesia#textosdeamor#amoresaudade#amorepoesia#poesia#poemas#poetasdeinstagram#poetasbrasileiros#poesiabrasileira#escritoresdeinstagram#amor#pensamentos#poesiaévida#poesiaeamor

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

«MATAMOS ESCRITORES A DOMICILIO»

MICRO-CUENTO 

PUBLICADO: 2017-05-09 /

PIERO RAMOS RASMUSSEN

Escritor de «Transgresión» (El Viaje, 2014), «Edén» (Carto Pirata, 2016). Vocalista de «Lo Ultraterrestre». LAMULA.PE

“Matamos Escritores A Domicilio”

A propósito de mi cuento sobre el anuncio en la pared al frente de mi oficina, con la inscripción: “Matamos Escritores A Domicilio”, tomé varias precauciones: mudarme sin rumbo fijo, cancelar todas las presentaciones pendientes, prohibirme usar cualquier tipo de tecnología y ponerme a leer un libro en lo que queda del verano.

Después de una noche sin dormir, me despegué aterrorizado de mi lectura, escuchando ruidos. Desde la ventana creí ver sombras emergidas de mis pesadillas, pero mientras subían las escaleras, pude darme cuenta de la realidad: eran encapuchados, vestidos de negro, con pistolas en las manos. En mitad de la noche, habían dado con mi paradero y nada podría salvarme.

Deja un comentario